¡Hola #Yobers!
En este artículo os vamos a hablar sobre el proceso de creación del branding para una marca. Vamos a definir desde qué es el branding, hasta las pautas que seguimos en Estudio Yobo para desarrollarlo.
Lo primero de todo debemos desarrollar un poco más qué es un branding y por qué es importante para una marca. Un proyecto de branding trata de crear una marca sólida gráficamente hablando de una empresa, siempre aplicado al diseño en todos sus elementos. Dichos elementos pueden ser tales como: el material de papelería, cabeceras para las redes sociales, firmas digitales para los emails, señalética interna de la empresa, ropa de trabajo, entre otros. Debemos tratar todo el estilo gráfico referente a la empresa con el mismo estilo, así se hace un buen branding.
Para las empresas es importante tener una buena identidad gráfica, ya que, si quieren lanzar una marca profesional en el sector y que sea bien valorada por los futuros clientes y la competencia, es obligatorio invertir en branding. Además, evitaremos tener una marca “hecha a medias”.
Bien, una vez aclarado todos los conceptos, a continuación, vamos a desarrollar las pautas que seguimos en Estudio Yobo para la creación de branding:
Análisis previo:
Primero analizamos al cliente, una vez se haya puesto en contacto con nosotros. Investigamos si la empresa existe o no, sus redes sociales, una vista rápida a la competencia, elementos de diseño de los que carecen.
Briefing y documentación:
Tras el análisis, acordamos una primera reunión para la toma de contacto con el cliente. Una vez comentadas las ideas del cliente y anotados los puntos clave que tiene en mente, procedemos a realizar una serie de preguntas. Dichas preguntas nos sirven para asentar el concepto y la idea que tiene el cliente.
La realidad es la siguiente: te puede salir barato porque te lo está haciendo tu amigo diseñador, pero sabes que tiene un gran potencial en diseño y te hará un cartel muy a fin a lo que pedías desde el principio. En cambio, si al final acabas yendo a una imprenta que te van a cobrar menos porque “es barato” obtendrás aquello por lo que pagas: un cartel sacado de un banco de imágenes, sin exclusividad y sin apenas diseño. Esto al principio tendrá connotaciones positivas para ti, porque te has ahorrado dinero, pero a su vez, tendrá connotaciones negativas, puesto que has apostado por lo barato y en la imprenta no sabrán sacar todo el potencial que pedías en el cartel para tu evento ¿Qué ocurrirá? Que, probablemente, la mayoría de gente no se fije, ni se pare a leer tu cartel, porque no les llamará la atención. Entonces ¿“es barato” o pagas un precio justo por ello?
A veces, debemos diferenciar y valorar las profesiones de las personas. Puesto que, un diseñador gráfico ha estudiado por y para el diseño, sabe perfectamente qué tiene que usar y qué no. En cambio, en una imprenta no son profesionales del diseño. Tienen idea a la hora de manejar los programas que puede manejar un diseñador como PhotoShop o Illustrator (entre otros) pero no saben aplicarlos correctamente al diseño. En la imprenta sabrán usar estos programas para ver el tema de color de impresión, medidas o formatos. Por ello, hay que saber valorar las profesiones. Porque tú no dejarías que un pintor te arregle una cañería ¿verdad?
La diferencia en todo esto es que un diseñador gráfico hará un análisis previo, un briefing, tendrá en cuenta colores, tipografías, imágenes, entre otros y, sí sabrá sacar potencial a tu cartel, desde el principio.
Las preguntas que forman parte del briefing las podemos englobar en los siguientes bloques:
- Información general:
Página web, correo al que dirigirnos, teléfono, horario…
- Tipo de proyecto:
Podría tratarse de un branding, rediseño de marca, ajuste o actualización de algún elemento. Se divide el proyecto en partes, se establece un tiempo de ejecución y los objetivos concretos de este proyecto.
- Empresa y filosofía:
Preguntas sobre la empresa y su visión, misión y valor. El por qué de la empresa, descripción de productos y servicios…
- Público objetivo:
Cómo es su buyer persona, qué edad tiene, gustos…
- Competencia y sector:
Principales competidores, ventajas y desventajas respecto a ellos, referentes que admire…
- Estrategias previas y futuras:
Estrategias pasadas, resultados y material que se ha usado. Futura expansión de la marca.
- Preguntas adicionales:
Presupuesto total, elemento de la marca a mantener y cualquier pregunta que nos surja respecto a la empresa.
Una vez respondidas todas las preguntas, comprobamos a través de un pequeño proceso de investigación que todo esté de acuerdo acorde a las respuestas del cliente. Vemos si realmente el público al que quiere dirigirse es la mejor opción o si no es el más acertado o si su filosofía de empresa encaja con el estilo gráfico que solicita. Completamos el briefing con nuestras conclusiones y se lo planteamos al cliente en una futura reunión.
Investigación:
Poniendo un ejemplo de empresa real, con Mikasa Comunicación nos centramos en el sector local, ya que iban a centrarse en dicho sector. Investigamos sobre la competencia que existe y los referentes que el cliente tiene como ejemplos. Además, analizamos el color, tipografía, elementos gráficos, iconos e ilustraciones. La primera lluvia de ideas se boceta a lápiz, aunque al cliente se le muestre los bocetos en la fase digital, porque en la de lápiz nosotros mismos haremos una criba de cuáles son los que no encajan con la marca del cliente.
Bocetación digital:
Los seleccionados tras el boceto a lápiz se trabajan de manera digital. Estos bocetos pueden sufrir cambios y alteraciones que varían el aspecto inicial. Siempre intentamos mantener la esencia que se busca en todo momento, el concepto traído del mapa creativo o con la lluvia de ideas debe estar acorde con el espíritu del proyecto.
En esta misma fase añadimos el color y realizamos pruebas con él, después analizamos qué tono sería el correcto para la marca.
Una vez finalizada esta fase, se vuelve a hacer una selección y se presenta al cliente.
Prototipos:
Tras la bocetación digital pasamos a los seleccionados por el cliente, puede haber varios de cada boceto, es decir en uno el color puede estar aplicado de una manera o de otra, o alterar algún elemento de este. Estos prototipos se trabajan más, poniendo más ojo en los detalles, usando la retícula y el tono seleccionado para la marca.
Con los prototipos finales se hace una presentación al cliente, en este punto ya debería escoger uno como final. Siguiendo con el ejemplo anterior, en el caso de Mikasa Comunicación, no convenció ninguno al 100% y tuvimos que volver atrás, exactamente a la fase de creación de conceptos y trabajarlo todo de nuevo. Esto puede ocurrir debido a que, o no supimos extraer toda la información y gustos del cliente o que dicho cliente una vez visto el prototipo ve que no era lo que imaginaba, no le transmite realmente que esa pueda ser su marca. Finalmente, se creó un logotipo partiendo de un lettering personalizado acompañado por gráficas personalizadas para la marca.
Final:
Tras la selección final, el prototipo se ajusta al máximo, se crean versión de color y se ajusta algún último detalle. Se crean los elementos gráficos que se comentó anteriormente como la papelería, imágenes… esto dependerá de cada marca. Para cada uno de ellos se realiza una bocetación previa, bocetación digital, creación de prototipos y finales.
Una vez terminado todo, se presentan al cliente. En esta presentación podemos añadir diferentes diseños de elementos gráficos para que el cliente seleccione el que más le guste. En el caso de Mikasa Comunicación, desarrollamos un logotipo final y se hicieron varias propuestas de tarjeta corporativas. En el caso de que no gustara al cliente los elementos gráficos se volvería a realizar todo el proceso creativo para dicho elemento o material gráfico.
Para finalizar, desarrollamos un manual de identidad corporativa. En dicho manual explicamos el por qué de la marca, sus colores, retícula, usos correctos, incorrectos, reducción mínima, representación en diferentes formatos, sobre imágenes… Todo esto se hace para que el cliente sepa cómo se ha de utilizar su identidad o por si en un futuro el cliente contacto con otro diseñador sepa también dichas reglas de uso.
Este es el proceso que seguimos, siempre aconsejamos a las empresas que acaban de nacer realizar un branding, ya que pensamos que al desarrollar una buena identidad es primordial si quieres ver resultados, agradar a posibles clientes o hacer frente a la competencia.
Asimismo, no solo nos queríamos centrar en el branding, sino también en el rebranding, que es la actualización de la marca, ya que puede ser que lleve mucho tiempo y necesite renovarse. La competencia va siendo cada vez mayor y una marca con muchos años necesita ir actualizándose en todos los aspectos, tanto plataformas social media como logotipo o material gráfico.
Hasta aquí nuestro proceso de creación de branding. Esperamos que os haya quedado un poco más claro que el branding es algo fundamental si quieres darle ese toque profesional a tu marca.
Si todavía te quedan dudas o necesitas un branding porque eres una empresa nueva o un rediseño de marca en Estudio Yobo te ayudaremos a darle esa esencia que necesitas en tu negocio.
¡Feliz semana Yobers!